La familia es la primera escuela de valores. Ningún proyecto educativo será completo si no camina de la mano con los padres de familia. Por eso, desde nuestra institución, fomentamos una alianza sólida entre hogar y escuela, basada en la confianza, el respeto mutuo y la corresponsabilidad.
Muchos padres se sienten abrumados por los cambios sociales, las redes, la violencia mediática o los conflictos generacionales. Nuestro mensaje es claro: no están solos. Con talleres de formación parental, asesorías personalizadas y actividades conjuntas, buscamos empoderarlos como primeros formadores de ética y carácter en sus hijos.
Pequeños gestos en casa —como la hora compartida de la comida, una oración en familia o un diálogo sin pantallas— construyen vínculos éticos profundos. Además, cuando la familia se une a los valores que promueve la escuela, el niño o joven recibe un mensaje coherente, fuerte y claro: la ética no es una materia más, es un estilo de vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario